Actualmente, la Argentina cuenta con tres centrales nucleares (Atucha I, Atucha II y Embalse) que generan aproximadamente el 7% de la matriz energética del pais. En octubre del año pasado, un desperfecto llevó al cierre temporal de la planta Atucha II y ahora, después de meses de planificación, un grupo de ingenieros comenzará a trabajar en la reparación necesaria para que la planta vuelva a funcionar.
Atucha II fue inaugurada en el año 2014 y desde entonces pasó a ser la central nuclear más importante del país, aportando alrededor de la mitad del total de la matriz energética. Con el invierno cada vez más cerca, la necesidad de poner a Atucha II en completo funcionamiento, es importante no solo para asegurar el abastecimiento interno, sino también desde un punto de vista macroeconómico: se estima que la central factura alrededor de USD$1 millón diarios por la generación de energía eléctrica, aparte de que por cada mes de funcionamiento, el Estado ahorra lo que sería un barco de importación de GNL.
Alejandro Estévez, uno de los directivos de Nucleoeléctrica (la firma encargada de operar las centrales argentinas), explicó que una de las ventajas que representa la energía nuclear, es que no emite gases de efecto invernadero, a la vez que genera baja intensidad de residuos. Si ponemos estos beneficios en el contexto actual (crisis de escasez energética producto de la guerra en Ucrania y la transición hacia energías limpias que cada vez va ganando más terreno), entendemos por qué prima la necesidad de que Atucha II vuelva a funcionar. Con respecto al desperfecto, José Luis Antúnez, presidente de Nucleoeléctrica, declaró: “Es una reparación compleja para un desperfecto mecánico sencillo”. En pocas palabras, lo que ocurrió fue que uno de los cuatro soportes que tiene el reactor nuclear se desprendió, por lo que el arreglo implica removerlo y soldar los otros tres restantes. “No implica riesgos para la seguridad de las personas o el ambiente”, explicó Antúnez, el cambio solo provocó que la central tuviera que funcionar con una menor intensidad.
Al primer objetivo de reparar Atucha II, se suma otro: debido al aumento en la demanda de energía (que crece de forma exponencial cada año) Nucleoeléctrica avanza en la construcción de una nueva central: Atucha III. De esta forma, se pretende que la producción de energía nuclear crezca del 7% al 10% de la matriz energética.