10 Lecciones para Impulsar la Industria del Almacenamiento de Energía en América Latina

América Latina se encuentra en una encrucijada energética: posee un potencial inmenso para liderar en almacenamiento, pero debe saber adaptar las estrategias a las especificidades de cada país o región.
América Latina se encuentra en una encrucijada energética: posee un potencial inmenso para liderar en almacenamiento, pero debe saber adaptar las estrategias a las especificidades de cada país o región.

En una conversación exclusiva con Energía Estratégica, Patrick Verdonck, fundador de Verdonck Partners y Rhynland Energy, empresas estadounidenses con una amplia experiencia en sistemas de almacenamiento de energía con baterías (BESS), destacó consideraciones esenciales para el desarrollo y la expansión de esta tecnología en América Latina.

La revolución energética del siglo XXI ha consolidado el almacenamiento de energía como un pilar fundamental para un futuro más verde y sostenible. En este contexto global, América Latina, con su riqueza en recursos naturales y creciente demanda energética, tiene un potencial sin precedentes para liderar en el sector de almacenamiento de energía.

Comprender la relevancia de estas tecnologías y su interacción con las dinámicas específicas de la región es esencial para aprovechar plenamente las oportunidades que presentan y abordar los desafíos que puedan surgir.

En este contexto, Verdonck ofrece recomendaciones a inversores, compañías y desarrolladores de proyectos renovables sobre la implementación de sistemas de baterías para el almacenamiento de energía.

¿Qué Puede Aprender América Latina de Estados Unidos en el Desarrollo del Almacenamiento de Energía, Dado el Alto Costo Inicial en la Región?

  1. Incentivos y Apoyo Regulatorio: En Estados Unidos, el crecimiento significativo en la implementación de BESS se ha atribuido tanto a incentivos como a mandatos estatales y descuentos fiscales federales, así como a medidas regulatorias, destacando la Orden 841 de la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC), que facilita la participación del almacenamiento de energía en los mercados eléctricos. América Latina podría beneficiarse al adoptar una combinación de incentivos de mercado y regulaciones favorables, asegurando una posición competitiva para el BESS y atrayendo mayores inversiones al sector.
  2. Resiliencia y estabilidad de la red a través del BESS: En los EEUU, el BESS no solo ha fortalecido la resiliencia de la red frente a desafíos climáticos, sino también ha optimizado el equilibrio entre oferta y demanda, suavizado la generación renovable y ofreciendo servicios auxiliares vitales. América Latina, enfrentando desafíos climáticos similares y con un potencial crecimiento renovable, puede aprovechar el BESS tanto para reforzar la resiliencia de sus sistemas energéticos como para asegurar una gestión eficiente y estable de la red eléctrica.
  3. Innovación, investigación y desarrollo de la fuerza laboral: En Estados Unidos, se ha priorizado la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones de almacenamiento de energía, promoviendo una cultura de innovación. Esta misma prioridad se ha dado a la capacitación de una fuerza laboral especializada en el diseño, instalación y mantenimiento de baterías. Fomentar tanto la investigación como la capacitación podría ayudar a otros países a mantenerse a la vanguardia de la tecnología BESS y asegurar su despliegue exitoso.
  4. Pautas de interconexión claras: En Texas, donde se está construyendo la mayor parte de los sistemas de almacenamiento de energía, los procesos de interconexión claros y sencillos han facilitado la integración de BESS a la red. La adopción de pautas estandarizadas similares en América Latina podría facilitar su conexión a la red y beneficiar a la región.
  5. Almacenamiento de energía como servicio: Estados Unidos ha visto el crecimiento de los modelos comerciales de almacenamiento de energía como servicio (ESaaS), que reducen los costos iniciales para los clientes y pueden acelerar la implementación de sistemas de baterías. Modelos de negocios similares podrían ser una forma efectiva de aumentar la implementación de la tecnología BESS en América Latina.
  6. Desarrollo, capacitación y estandarización: Es vital actualizar la fuerza laboral a través de formación técnica y colaborar con entidades educativas. La inversión en I+D y la adopción de estándares internacionales y locales aseguran la competitividad y calidad en sistemas de almacenamiento.
  7. Asociaciones público-privadas y desarrollo de infraestructura: Es fundamental colaborar con empresas, entidades gubernamentales y la industria, tanto locales como internacionales, para financiar, apoyar y construir la infraestructura necesaria, como redes logísticas, fabricación de equipos y centros de distribución. Estas asociaciones facilitan el intercambio de recursos y experiencia, promoviendo el logro de objetivos comunes.
  8. Entorno regulatorio: Hacer lobbying para obtener apoyo gubernamental y regulaciones favorables es una buena estrategia para impulsar el desarrollo del mercado. Los gobiernos pueden ayudar proporcionando exenciones fiscales, subsidios y otros incentivos para las empresas que contribuyan a la profesionalización de la industria.
  9. Participación comunitaria: Es importante involucrarse con las organizaciones locales, explicándoles los beneficios de estos desarrollos y cómo pueden impactar positivamente sus vidas. Esto podría ayudar a obtener el apoyo de la comunidad, lo que puede facilitar la implementación.
  10. Modelos financieros innovadores: Explorar e implementar modelos financieros innovadores como arrendamiento, pago por uso o contratos de desempeño para reducir los costos iniciales de instalación es clave en este contexto.

América Latina se encuentra en una encrucijada energética, con un potencial inmenso para liderar en el sector de almacenamiento de energía. Sin embargo, dada la diversidad del continente, es fundamental adaptar las estrategias a las especificidades de cada país o región.

Al hacerlo, la región no solo puede satisfacer su demanda energética de forma sostenible, sino también posicionarse como un referente global en esta industria emergente. La clave reside en un enfoque adaptado y visionario, que reconozca y celebre sus singularidades.

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