Un estudio reciente investigó la situación mundial de la energía eólica en el 2023, permitiendo descubrir cómo los países implementaron estrategias para incrementar la producción de electricidad limpia y renovables a través de un recurso natural como es el viento. Los resultados fueron bastante positivos en comparación con otros años.
En este sentido, pese a que el 2023 haya finalizado hace algunos meses, recién ahora se pueden conocer los impactos finales que se obtuvieron en los parques de generación de energía eólica que se construyeron o ampliaron en el último año. Así, se descubrió que fue el mejor año de la historia para la alternativa renovable.
El 2023, un año memorable para la energía eólica
De acuerdo a lo expresado en el informe global anual que elabora el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC), la producción inaguró una cifra récord de 117 gigavatios (GW) de nueva capacidad instalada durante el último año, lo que representa un crecimiento superior al 50% en comparación con lo realizado en el 2023.
Todo esto fue posible gracias a la acción de más de 54 países que contribuyeron instalando nuevos parques eólicos en su territorio. Argentina, pese a que no tiene tanta potencia como los países de primer mundo, fue un actor relevante, ya que se construyeron nuevas centrales a lo largo de las provincias, especialmente en la Patagonia.
Cómo se dividió el aumento de la capacidad instalada
De los 117 flamantes gigavatios, 10.8 GW corresponden a la energía eólica marina, una alternativa que consiste en la instalación de las turbinas bajo el agua y que cada vez es más popular. Los 106 GW restantes corresponden a los parques eólicos terrestres, la modalidad más usual entre todas las alternativas renovables.
Todas estas cifras permitieron alcanzar por primera vez en la historia la marca de 1 TW (equivalente a mil GW) de capacidad mundial instalada. Se alcanzaron 1.021 GW, lo que representa un incremento del 13% durante todo el año.
Los países que más contribuyeron a lograr el hito
Según lo comentado en el informe de GWEC, la entidad revisó su previsión del crecimiento para el período 2024-2030 (1210 GW), modificando la cantidad en un 10%. Esta alteración se debe a que muchos países modificaron sus políticas industriales nacionales, permitiendo que gane impulso la energía eólica marina, además incrementando provisoriamente la actividad de las economías emergentes o en desarrollo.
Los cinco países que más permitieron el crecimiento de la energía eólica fueron Brasil, Estados Unidos, Alemania, India y China. El último de ellos fue el actor más destacado a nivel mundial, ya que logró incrementar 75 GW a partir de la instalación de sus nuevos parques, varios de ellos marinos con turbinas de primer nivel.
De hecho, toda la región de Asia- Pacífico alcanzó un aumento anual de su potencia de energía eólica del 106%, una marca sin igual alrededor de todo el planeta. En cuanto a lo ocurrido en América Latina, también se registró una cifra récord gracias a un incremento del 21%. Brasil lideró la zona, ya que instaló 4.8 GW (lo posicionó como el tercer mayor mercado en a nivel global).
Finalmente, África y Oriente Medio también experimentaron un crecimiento más que relevante en sus parques eólicos, con un aumento del 182% con respecto a 2022. De todas formas, esta cifra es tan grande porque hay regiones que no tenían instalaciones.
Qué significa este logro
Jonathan Cole, el CEO y el presidente a nivel mundial del Consejo Mundial de Energía Eólica se refirió a los logros alcanzados: “Ahora viene la parte difícil donde debemos convertir las metas en realidades. Pasamos el hito simbólico de 1 TW instalado globalmente y, al mismo tiempo, esperamos llegar a 2 TW antes de 2030”.
Pese al entusiasmo que genera haber alcanzado un crecimiento del 50%, explicó que todavía queda un largo camino por recorrer: “Debemos reconocer, en primer lugar, que esta tasa de crecimiento todavía nos deja muy lejos del objetivo de triplicar”.
Por otra parte, también se refirió a lo que ocurre a lo largo del planeta: “En segundo lugar, que nuestro sector ha sido puesto a prueba por la dura macroeconomía mundial. La fragilidad en la cadena de suministro afectó nuestra capacidad de aumentar muchas regiones».
Por esta razón, le pidió a los políticos que lideran los países y a sus líderes energéticos que adopten una serie de medidas que permitan reducir los riesgos del cambio climático y que aceleren el despliegue de sus energías renovables. Para él es prioritaria la inversión temprana en la red, la transmisión y la infraestructura.
Algunas medidas esenciales con la energía eólica
Cole detalló una serie de apartados que son esenciales para alcanzar los objetivos marcados en la COP 28 de Dubai: «Para incentivar nuevas renovables proyectos energéticos, necesitamos marcos regulatorios que midan el verdadero valor de la electrones que entregamos, a un precio justo, según todo el espectro de servicios que prestan».
De manera similar, Ben Backwell, quien también integran la organización mundial de la energía eólica, aseguró que la industria se encuentra en una etapa crucial para su consolidación y remarcó que el objetivo es triplicar la capacidad de las alternativas renovables para el 2030, acelerando el proceso fijado en el Acuerdo de París, del que Argentina formó parte.
Según sus estimaciones, a partir de los cálculos de la entidad, se sostiene que serán necesarios para volver más rápido el proceso el desarrollo de las fuentes eólicas un incremento de los 117 GW alcanzados en 2023 a unos 320 GW por cada uno de los seis años que faltan hasta llegar al 2030.
“Este escenario nos llevaría a alrededor de 3 TW de capacidad acumulada de energía eólica para finales de la década. Nos llevó más de 40 años alcanzar la marca de 1 TW a nivel mundial de energía eólica instalada. Ahora tenemos sólo 7 años para instalar los próximos 2 TW”, concluyó Backwell.