China continúa ampliando su liderazgo en la transición energética hacia fuentes mucho más amigables con el medioambiente, posición que ostenta gracias a su capacidad instalada de fuentes eólicas y solares pero también a partir de sus centrales nucleares, que ahora también comenzarán a producir vapor por primera vez en la historia.
De acuerdo a lo que explicó la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC), la planta de Tianwan, que se ubica en la provincia de Jiangsu, ya empezó a suministrar un vapor que se origina a través de un reactor y que se entrega a la Base de la Industria Petroquímica de Lianyungang. La noticia marca un hito para esta actividad, que está atravesando uno de sus mejores años.
Cómo es el panorama de China con la energía nuclear
El gigante asiático es uno de los países que más está acelerando sus esfuerzos para obtener la tan preciada neutralidad de carbono para el año 2050, una fecha que fue establecida en el Acuerdo de París y que parece que será más que suficiente para el líder en la producción de renovables. Pero para eso necesitará de otras alternativas, como la nuclear.
De hecho, junto a Estados Unidos, es uno de los dos países que más están impulsando la producción de energía a partir de los reactores nucleares, y China logró avanzar a pasos agigantados durante los últimos años. Uno de sus objetivos máximos es sustituir las centrales de carbón y satisfacer la demanda industrial a través de estos parques.
La producción de vapor nuclear en China
El proyecto que se convirtió en un hito porque permite generar vapor a través de la propulsión nuclear recibe el nombre de Heqi n°1 y forma parte de las actividades de la CNNC, que es una empresa del estado y se encargó de su construcción. Se trata de la primera planta en lograr hacer esto en cualquier país.
Para su producción aplica la energía nuclear que se genera en la central y la utilizan para convertir el agua de refrigeración en vapor a partir de un generador de alta presión. Este dispositivo de última generación tiene la capacidad de hervir el agua de una planta desalinizadora. Esto ya tiene la capacidad de ser trasladado.
Una vez que el vapor generado está a disposición, se lo envía a través de un gasoducto de más de 23 kilómetros de distancia hasta la Base de la Industria Petroquímica de Lianyungang. Allí deberá someterse a varios sistemas de calor y luego sí ya podrá ser utilizado de distintas maneras para abastecer la demanda de calefacción en las industrias de la región.
En cuanto a sus normativas de seguridad, como tiene cierto riesgo al tratarse de energía nuclear, la entidad estatal le explicó al medio local South China Morning Post que controlarán de manera constante los niveles de radioactividad del vapor exportado a través de los gasoductos. Además, confesaron que pueden desconectarlo con efectividad instantánea en caso de detectar un problema o anomalía.
La capacidad de la central de energía nuclear
Según explicaron las autoridades del organismo de China, el vapor nuclear que se genere en la planta será equivalente a 4,8 millones de toneladas anuales, que se exportarán a la base mencionada y que permitirán reducir una cantidad semejante a las 400 mil toneladas de carbón.
Este último dato es importante porque esta alternativa nuclear con vapor permitirá salvar emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que contribuirá a alcanzar el objetivo de neutralidad cero, pero también de dióxido de azufre (184 toneladas) y óxido de nitrógeno (263 toneladas).
Los beneficios ambientales detrás de la propuesta
Además de las ventajas ya mencionadas, también se destaca lo que ocurrirá en la base de la industria petroquímica, ya que este convenio le permitirá ahorrar a ellos emisiones de más de 700 mil toneladas de dióxido de carbono. Esto sería equivalente a plantar árboles en casi 3 mil hectáreas.
Por otra parte, en cuanto al uso del vapor producido por la energía nuclear, se buscará que su consumo sea utilizado en diversos campos, como el de la agricultura, la medicina y, especialmente, el de la protección del medioambiente. De esta manera, esta medida forma parte de un proyecto conjunto para salvar emisiones en varios sectores importantes para China.
La apuesta de China por la energía nuclear
Además de este proyecto con el vapor, en el que es pionero a nivel global, el gobierno del país asiático está demostrando un alto compromiso con la alternativa. En la actualidad, cuenta con 56 reactores nucleares en actividad, la misma cifra que Francia. Estados Unidos es la nación con la mayor cantidad en operación (posee 94).
Pese a esto, China se destaca porque 25 de los 59 reactores que en la actualidad, a nivel internacional, se hallan en construcción están en su territorio. Es por esa razón que en unos años, de continuar esta tendencia, el gigante de Asia podría convertirse en el país con la mayor cantidad en operación.
Otras estrategias de relevancia ambiental
Cabe destacar que China, más allá de ser el país con la mayor potencia instalada de renovables, es también el que más está invirtiendo en el desarrollo de centrales nucleares, una tendencia que, por ejemplo, lo diferencia de otros países de occidente, como es el caso de Alemania, que busca abandonar esta alternativa, o de la ya nombrada Estados Unidos.
Por otra parte, cabe destacar que China acaba de anunciar un nuevo plan de acción para el ahorro de energía y la reducción de carbono. A través de esta estrategia se buscará reducir las emisiones de CO2 por unidad de PIB entre un 2,5% y un 3,9%. A su vez, esta medida también contempla reemplazar la tracción eléctrica por la de vapor, una transición ordenada en la que las petroquímicas darán el primer paso.