España es una de las principales potencias del mundo en energías renovables, llegando incluso a lograr autoabastecerse por días completos sin la necesidad de los combustibles fósiles. Sin embargo, más allá de este logro que fue un hito para la alternativa, la situación no es la ideal porque tienen un exceso en la producción.
Tomando en consideración lo sucedido en los últimos 20 años, la potencia de la energía eólica y la solar, las dos fuentes verdes con mayor capacidad en España, se ha multiplicado más de ocho veces, lo que demuestra un gran compromiso por acelerar la transición. Pero también surgió un problema imprevisto.
Qué está ocurriendo en España con las energías renovables
En los últimos años, por decisiones de sus gobernantes, España apostó por acelerar la transición hacia estas fuentes, una decisión que se sostuvo en la eliminación de varias normas regulatorias que retrasaban la construcción de la infraestructura que necesitan o en la posibilidad de acceder a subsidios para sus instalaciones.
Desde la pandemia del coronavirus, esta tendencia creció a pasos agigantados. Así lo explica José Donoso, el director ejecutivo de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), quien considera que esta situación fue más que positiva para el sector solar, que es en el que trabaja.
Esto se debe a las decisiones que tomaba la población en medio del confinamiento. “La gente ahorraba dinero, se tomaba su tiempo para pensar qué hacer con él y muchos decidían que era mejor invertirlo en su tejado que tenerlo en el banco“, detalló el especialista sobre el panorama en España.
Cuál es la parte negativa de este panorama alentador
Más allá de que el estado de las renovables en España sea positivo, en especial porque cada vez aumenta más la producción y hay varios proyectos en desarrollo, incluso previendo que se podrá abastecer un 80% de la demanda con electricidad verde para el 2030, los excesos están generando pérdidas.
Esto significa que hay un temor en la industria porque se produjo un desequilibrio entre la oferta y la demanda, lo que conllevo a excedentes de electricidad que no son utilizados por nadie. Y esto se debe a que las necesidades son cada vez menores, una tendencia que se mantuvo en caída los últimos años.
Sobre lo que está ocurriendo en la actualidad, en declaraciones para la BBC, Miguel de la Torre Rodríguez, quien trabaja en Red Eléctrica (REE), que es la empresa que opera la red nacional en España, mencionó: “Hemos visto que la demanda ha aumentado menos que el PIB. Lo que estamos viendo es una desvinculación entre la intensidad energética y la economía”.
Entre los problemas que pueden haber provocado este panorama se destaca un panorama que afectó a todo Europa: el enfrentamiento armado entre Rusia y Ucrania. Esto generó una crisis energética que aumentó los precios en todo el continente, por lo que muchas compañías y familias debieron disminuir su consumo.
La explicación de un especialista
Otro panorama que explica la situación de la inmensa producción de renovables es que la eficiencia energética incrementó, algo que se vio sostenido por un aporte cada vez más importante de las fuentes verdes. Esto contribuyó a que se redujera la demanda de electricidad.
En base a esto, Rodríguez reveló que, en algunas oportunidades, en determinadas horas del día, cuando la producción de la energía solar es muy intensa, se genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda que tiene una incidencia en los precios.
“Dado que el sistema eléctrico siempre tiene que tener un equilibrio -la demanda tiene que igualar a la generación- eso significa que ha habido un exceso de generación durante esas horas“, destacó el experto sobre la situación de España, y agregó: “Esto ha hecho bajar los precios, especialmente durante ciertas horas, llegando los precios a cero o incluso negativos”.
Pese a que esto refleja ciertas ventajas para los consumidores, porque abonan menos por las cuotas de electricidad, termina afectando el hallazgo de inversores, ya que es más difícil que apuesten por más fuentes renovables. En definitiva, esto puede ser un obstáculo para acabar con la transición energética que España pretende realizar.
Qué medidas se tomaron para solucionar este panorama
Como el temor por los excesos crece en la industria, ya comenzaron debates sobre cuál es la mejor estrategia para confrontar el problema. Una de las teorías más avaladas es completar la electrificación de la economía, algo que se demostraría en alejarla de los combustibles fósiles, es decir que sería beneficioso para el medioambiente.
Por el momento, el gobierno actual de España pretende que el 34% de la economía dependa de su electricidad para el 2030, pero muchos especialistas consideran que esto no será suficiente, que se deben acelerar los esfuerzos porque no está yendo a la velocidad adecuada.
Cómo podría seguir la situación en España
El aspecto más positivo es que la medida que se pretende tomar sería más que amigable con la situación climática, ya que consistiría en abandonar la mayoría de las centrales que producen combustibles fósiles, que son los que más emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Por otra parte, otros especialistas aseguran que la electricidad es la forma más competitiva para la producción de energía verde. Pero estos procesos pueden abastecerse de alternativas renovables, por lo que terminaría de cerrar un ciclo en el que no se producirían emisiones. Será esencial que las empresas adopten cada vez menos combustibles fósiles.
Finalmente, José Donoso, miembro de la UNEF, se refirió a lo que cree que debería suceder para que España mejore su situación: “Necesitamos involucrar a más personas y más industrias en la gestión del lado de la demanda, asegurándonos de que exista la flexibilidad necesaria en el sistema para hacer coincidir mejor la generación y la demanda durante el día y la noche“.