Energía nuclear: cuál es la central más importante de América Latina

Un complejo de energía nuclear ubicado en Argentina pero con participación internacional es el más grande de toda la región.
energía nuclear

En América Latina se están desarrollando varias iniciativas de energía nuclear, una alternativa que hoy lideran Estados Unidos (mayor cantidad de centrales en todo el mundo) y China (primera posición en cuanto a lo que se produce), y que en Europa algunos países han decidido abandonar de forma progresiva, como España, o total, como Alemania. 

Y en América Latina hay una que es la más poderosa de toda la región y se encuentra en Argentina. Este es el caso del Centro Nuclear Atucha, compuesto por Atucha I y Atucha II, un complejo de primer nivel, ya que su capacidad supera los 1.100 megavatios (MW), lo que le permite tener una inmensa potencia.

Atucha, la central de energía nuclear más importante de América Latina

Los dos centros que conforman Atucha permiten convertir a Argentina en el líder del subcontinente en cuanto a su producción de energía nuclear. Es que los complejos ubicados en Zarate, en la provincia de Buenos Aires, tienen varias tecnologías de última generación que son sumamente relevantes para la generación eléctrica del país.

Pero más allá de la producción de energía nuclear eléctrica, también Atucha es un centro que se enfoca en la investigación y el desarrollo científico (aquí se encuentran trabajando profesionales de primer nivel de varios países). Lo curioso es que se desconoce mucho acerca de su fundación.

El complejo Atucha es la central de energía nuclear más importante de toda América Latina.

De hecho, Atucha es utilizada para fines científicos, que van desde su implementación en la medicina, en especial por los radioisótopos que se producen, hasta otras áreas, como es el caso de la agricultura. La salud y la alimentación son dos de los campos más favorecidos por las prácticas que aquí se llevan a cabo.

La historia de Atucha, la central de energía nuclear más importante de la región

La Central Nuclear Atucha I fue inaugurada en el 1974, fecha desde la que se consolidó como la primera de su ámbito en todo Sudamérica, pese a que contaba con menores capacidades de las que posee en la actualidad. De hecho, su potencia en la década del setenta fue de 362 megavatios.

Tuvieron que transcurrir 40 años para que Atucha logrará sobrepasar la línea de los mil megavatios, ya que recién en el 2014 entró en funcionamiento el segundo de los complejos que conforman la central y que le permitieron alcanzar los 1.107 MW, además de incorporar tecnología de última generación.

Uno de los aspectos más importantes de Atucha y de la energía nuclear que aquí se produce es que se trata de un centro cuya administración y operación son de una entidad internacional, motivo por el cual se ha convertido en un espacio en el que colaboran científicos de América Latina, ya que los estudios que se realizan sirven para toda la región.

Atucha II permitió incrementar a más de 1000 MW la potencia de la primera de las dos centrales.

A su vez, en los establecimientos se utiliza tecnología PHWR (Reactor de Agua Pesada a Presión), que se caracteriza por utilizar estos líquidos como moderadores y refrigerantes del núcleo del reactor. Esto es de suma importancia porque garantiza una mayor seguridad, algo que no es menor teniendo en cuenta los peligros que implica la energía nuclear.

De hecho, con respecto a este último apartado, toda la central opera bajo las normas de seguridad y la supervisión de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) de Argentina. De este modo, todos los trabajos que aquí se realizan están en línea con los estándares internacionales para evitar catástrofes pero también para proteger el medioambiente.

Cuál es la diferencia entre Atucha I y Atucha II

Más allá de que el segundo tenga una capacidad instalada que duplica la del primero, hay otros aspectos que permiten distinguirlos. Atucha I, inaugurada en 1974, con una potencia de 357 MW, está diseñada con el objetivo de utilizar el uranio natural y el agua pesada como refrigerante pero también para moderar la cantidad de neutrones.

Sobre cómo está conformada la central para realizar este último proceso, en la página oficial estatal remarcaron que “el núcleo del reactor está compuesto por 252 posiciones con canales refrigerantes. Dentro de cada uno de ellos, se alojan los elementos combustibles en forma de pastillas de dióxido de uranio (UO2) sinterizadas”.

Atucha I tiene una potencia de 357 MW.

Por su parte, Atucha II, que comenzó su construcción en 1981 pero recién inició sus actividades en el 2014 (entre el 1994 y el 2006 las tareas estuvieron detenidas), tiene una capacidad de 745 MW, lo que permite duplicar la cantidad anterior, aunque también se diferencia en que tiene tecnologías más avanzadas para trabajar con los reactores de agua presurizadas.

“Desde el punto de vista del diseño y construcción, es una Central moderna que cuenta con sistemas de seguridad actualizados; con el concepto de defensa en profundidad con barreras sucesivas; esfera de contención; separación física entre sistemas de seguridad, y un programa de vigilancia en servicio”, explicaron desde el gobierno sobre la segunda.

Cuál es el rector nuclear más importante de América Latina

Más allá de que la central de energía nuclear más importante de la región está ubicada en Argentina, el reactor más poderoso no se ubica ni en Atucha ni en el país, sino que pertenece a Perú. Está en Carabayllo, ubicado en la ciudad de Lima, su capital, y es uno de los objetos más importantes para su producción de electricidad.

De hecho, el Reactor Nuclear RP – 10 de Lima es esencial para el desarrollo científico de América Latina, de un modo similar a Atucha, que a pesar de estar en Argentina cuenta con la participación de varios países del continente.

Este reactor fue inaugurado por primera vez en 1988 y fue gestionado por el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) y la mayor parte de su trabajo está dedicado a la producción de radioisótopos para la medicina, en especial porque es de gran relevancia para la investigación de materiales, aunque también para irradiar alimentos.

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