La energía geotérmica es un recurso renovable, limpio y económico que consiste en producir calor y electricidad a partir de temperaturas elevadas concentradas en las capas internas de la Tierra. Esta ofrece la posibilidad de lograr la descarbonización económica, la transición energética y la sostenibilidad planetaria.
Además, es una fuente de energía beneficiosa ya que provee energía todos los días del año, las 24 horas del día. Tampoco depende de elementos climatológicos como el sol, el viento o las lluvias; y no precisa transporte, ya que al concentrarse en rocas, suelos y aguas subterráneas no es necesario transportarla.
Estos factores explican su desarrollo como fuente de energía limpia en países con elevado potencial geotérmico, como Turquía, Islandia o Italia, donde las temperaturas subterráneas en numerosos enclaves superan los 150 grados centígrados.
Los recursos geotérmicos no están localizados en lugares concretos, sino que están presentes en todos los continentes, algo que no ocurre con las energías fósiles. Para el fomento y la implementación de la geotermia a nivel global y a fin de incentivar la lucha contra el cambio climático, se estableció el Acuerdo de Implementación Geotérmica, de la Agencia Internacional de Energía (IEA Geothermal). Esta organización intenta conectar los programas nacionales y de la industria para la exploración con el desarrollo y la utilización de los recursos geotérmicos.
Tipos de energía geotérmica
Se distinguen tres tipos de recursos geotérmicos, según la temperatura del suelo:
- Los de alta temperatura (superiores a 150°), que se encuentran a varios kilómetros por debajo de la superficie y se emplean, sobre todo, para generar energía eléctrica.
- Los de media-baja temperatura (30° – 150°), que se utilizan para proporcionar calefacción y agua caliente en pueblos y ciudades y para la producción de electricidad en algunos casos, especialmente en invernaderos y piscifactorías.
- Los de muy baja temperatura o someros (menores de 30°), que aprovechan tanto el calor que se genera bajo la corteza terrestre, como el calor del sol que se absorbe. Se utilizan principalmente para climatizar, es decir, proporcionar calefacción y refrigeración, además de agua caliente a edificios y viviendas.
La energía geotérmica en Argentina
A pesar de que la energía geotérmica está presente en todo el mundo, su disponibilidad no es la misma en todos los países, ya que existen distintos factores que favorecen su potencial.
En el caso de Argentina, el potencial geotérmico para generar electricidad es de aproximadamente 2.000 MWe. En la Cordillera de Los Andes existen más de 300 puntos de interés geotérmico, distribuidos en las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Neuquén y San Juan, pero solo en cuatro de ellos pueden generar energía eléctrica gracias a las altas temperaturas del subsuelo (superiores a los 150° C).
Actualmente, existen 4 proyectos de desarrollo: en Los Despoblados, San Juan; en Volcán Copahue, Neuquén; en Volcán Tuzgle, Jujuy; y en Falla Tocomar, Salta. Las autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación estiman que se podrán desarrollar unos 1600 MW en energía geotérmica.