Cómo capturar las emisiones inevitables de CO2

En el Mar del Norte, frente a las costas de Dinamarca, se inauguró un depósito de dióxido de carbono. Se trata del proyecto Greensand, que tiene como objetivo almacenar hasta 8 millones de toneladas de este gas al año.
El proyecto Greensand almacena dióxido de carbono en las profundidades del mar.

En el Mar del Norte, frente a las costas de Dinamarca, se inauguró un depósito de dióxido de carbono. Se trata del proyecto Greensand, que tiene como objetivo almacenar hasta 8 millones de toneladas de este gas al año en un antiguo yacimiento de petróleo agotado en las profundidades del mar.

Dentro de lo esfuerzos que se están realizando en la lucha contra el avance del cambio climático -gracias a los cuales cada día surgen innovaciones a nivel tecnológico, científico y de procesos-, la reducción de las emisiones de carbono es la medida más urgente y necesaria, ya que el efecto invernadero que generan es la razón principal del calentamiento global. Si bien se han logrado grandes hitos en esta materia, en especial por el desarrollo de las energías renovables, actualmente siguen existiendo emisiones «inevitables», que son aquellas que se producen durante determinados procesos industriales que no pueden cesar de operar.

Por ello, en Dinamarca dieron luz verde al proyecto Greensand, que encontró una forma eficiente para almacenar el CO2, de forma tal que evite la contaminación de la atmósfera. El proceso es el siguiente: se captura el carbono desde el lugar donde se produce (por ejemplo una planta de tratamiento de residuos), se licúa para y transporta utilizando contenedores especiales, y luego se almacena en un depósito geológico en el mar, aprovechando las instalaciones de antiguas plantas de extracción de petróleo o gas natural.

La iniciativa ya se encuentra en su fase 2 (proyecto piloto), que logró llevar CO2 líquido desde una planta de óxido en Bélgica hasta la plataforma Nini West en las costas de Dinamarca. El siguiente paso sería escalarlo para conseguir almacenar hasta 1,5 millones de toneladas al año para 2026, y más de 8 millones para 2030.

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