El Gobierno de España, que tiene una marcada línea de transición hacia las propuestas de sustentabilidad, anunció que realizará una inversión multimillonaria para generar un almacenamiento energético durante los próximos años, con un objetivo con fecha límite en 2030.
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en representación del Gobierno de España, manifestó en varias oportunidades que su país se halla en una buena posición en cuanto a la transición energética y que se encuentra en correspondencia con la agenda verde. Esta medida reciente es parte de su estrategia en este ámbito.
Cómo será la inversión de España
El almacenamiento energético es uno de los puntos principales del plan liderado por Ribera. Actualmente, de acuerdo a un estudio realizado por Foro Cinco Días, España ocupa la octava posición en el ranking mundial de inversiones en proyectos de este estilo.
Con los miles de millones que se destinarán, España tiene como objetivo aumentar su capacidad de almacenamiento, para así poder ampliar e integrar más energías limpias y renovables a todo su sistema eléctrico. “Son recetas seguras”, explicó hace unos meses la ministra.
Concretamente, el dinero se utilizará para desarrollar nuevas tecnologías que permitan almacenar en mayor cantidad, como lo son las baterías, los hidroeléctricos bombeados y algunos dispositivos térmicos.
Del total de los 1900 millones de euros, 1000 se destinarán a la fabricación de baterías (la tecnología que hoy en día se encuentra más avanzada y es la más fiable), 600 a almacenamientos térmicos (utilizan el calor) y 300 a los hidroeléctricos bombeados (aplican energía hidraúlica).
“Estamos bien posicionados por las condiciones físicas de España, por la cadena de valor industrial y la preparación de los españoles, capacidad humana y la presencia de nuevos vectores. Somos un referente global y tiene un impacto claro en el empleo”, detalló Ribera en julio acerca de la posición que mantiene España.
Cuáles son los beneficios del almacenamiento energético
Además de tratarse de un método renovable, que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y que contribuye a cuidar el medioambiente, este proceso también permite disminuir los costos de energía, ya que los productores pueden utilizar las tarifas de electricidad fuera de punta.
Por otra parte, funciona como una alternativa a los combustibles fósiles, que no son renovables y que son contaminantes. De esta manera, priorizando un reemplazo sostenible y fiable, la dependencia sobre estos es mucho menor.
Por último, al tener un proceso seguro de almacenamiento, mejora la fiabilidad del suministro eléctrico que se realiza como consecuencia de este tipo de sistemas de energías renovables. Por estos motivos, la inversión realizada en España es un paso importante para el país europeo que sirve como ejemplo para otros gobiernos.
