Investigadores argentinos descubrieron que los desechos de la yerba mate pueden producir carbones activados de alta calidad para almacenar de energía. Este estudio es el primero en demostrar la viabilidad tecnológica de este residuo tan abundante en Argentina y la región. Los carbones activados son materiales con alto contenido de carbono y poros en su superficie, se usan en baterías, supercapacitores, medicina y productos cosméticos.
La yerba que se descarta (más de un millón de toneladas anuales en Argentina) se puede usar para generar carbones activados. Dicho elemento es clave para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento de energía y otras aplicaciones, según investigadores argentinos en el Journal of Environmental Management.
Este hallazgo abrió la puerta a la posibilidad de desarrollar una industria local en Argentina, sustituir importaciones y generar empleo. El equipo de investigadores está buscando financiamiento para establecer una planta piloto móvil que permita el ensamblado de supercapacitores, algo que no existe actualmente en la región.
Hay un mayor uso de energías provenientes de fuentes renovables (eólica, solar, hidroeléctrica) que se usan para reemplazar el consumo de combustibles fósiles. Por ello, se empezó a necesitar sistemas de almacenamiento que estabilicen los picos de consumo y suministro que dificultan su consumo directo. También para el arranque más eficiente de autos eléctricos, celulares y computadoras. En la actualidad se usan sistemas híbridos, compuestos por una batería que almacena y entrega la energía de forma constante en el tiempo, y un supercapacitor que absorbe los picos de potencia. A diferencia de las baterías, que almacenan mucha energía y la liberan despacio durante un largo período de tiempo, los supercapacitores acumulan menos, pero la entregan muy rápido.
Se espera que la transferencia de esta tecnología a la industria sea rápida una vez que la planta piloto esté en funcionamiento. Existe un interés en el sector por reemplazar las importaciones con un producto fabricado en Argentina. Este descubrimiento marca un hito importante en el aprovechamiento de los residuos orgánicos y el impulso hacia una industria sostenible en el país.