Como parte de una necesidad global por disminuir el impacto ambiental detrás del consumo de electricidad, muchos países, además de financiar fuentes ecológicas como las energías renovables, están apostando por alternativas que garanticen el confort en los hogares pero que también contribuyan a reducir los daños que se generan. Así surgió el suelo radiante.
A partir de esta tendencia mundial, una serie de desarrolladores apostaron por sistemas que permitan la eficiencia energética y reemplacen a otras tecnologías, como los aires acondicionados (que son muy efectivos cuando ante determinadas condiciones climáticas pero que consumen demasiada electricidad, más si se los usa sin conciencia). El suelo radiante es una alternativa.
Qué es el suelo radiante y cómo funciona
Se trata, al igual que el aire acondicionado, de un sistema de climatización que contribuye a combatir la temperatura en los hogares, regulando la sensación térmica de los hogares o de edificios de toda una compañía. Pero su principal beneficio es que tiene la capacidad de darle una utilidad a la energía ambiental, una fuente que muchas alternativas ignoran.
Los sistemas de suelo radiante tienen la capacidad de distribuir el frío o el calor (su gran beneficio es que no solo permite reemplazar a los aires acondicionados sino también a las estufas u otras alternativas características del invierno) a partir de una red de tuberías que se instala por debajo de los pisos, de modo que es invisible para el ojo humano pero no para la sensación corporal.
De esta manera, el suelo radiante tiene la capacidad de darle una utilidad al calor latente a su alrededor (lo que sería la energía ambiental) con la finalidad de que en la casa o en el lugar en el que esté instalado haya un clima uniforme. Esto significa que tanto en la cocina como en un dormitorio debería registrarse la misma temperatura, siempre y cuando no haya ventanas abiertas o algún factor condicionante.
Como consecuencia de las incontables ventajas que ofrece frente a otras alternativas, muchos gobiernos de Europa dispusieron que este método de climatización sea el estándar, al menos el de calidad. Es por eso que en algunas regiones ya logra reemplazar al aire acondicionado, que es perjudicial para el medioambiente.
Cuáles son los principales beneficios de los sistemas de suelo radiante
Más allá de lo ecológico, que es su ventaja más relevante, una de sus características más importantes tiene la capacidad de influir positivamente en la salud. Lo que ocurre con muchas alternativas es que contribuyen a distribuir el polvo en suspensión, mientras que estos dispositivos lo minimizan porque disminuyen la cantidad de partículas que levantan los sistemas que usan ventilación forzada.
Este dato no es menor porque la salud de los habitantes de la casa es mejor, ya que respiran un aire más puro. Como lograr entregar una temperatura constante sin caer en las fluctuaciones que caracterizan a otros sistemas convencionales (en especial la calefacción), su popularidad logró incrementarse durante los últimos años.
Hay otro aspecto ligado a la salud que es esencial, que es la reducción de las corrientes de aire y de la distribución homogénea de la temperatura. Esto es importante porque, como la calidad es superior, se reduce la proliferación de alérgenos y de partículas en los ambientes de los hogares. En caso de haber personas con problemas respiratorios, como el asma, o que sufran de alergias, sus beneficios son aún mayores.
Los beneficios ambientales del suelo radiante
De todas maneras, su mayor impacto está ligado a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que es uno de los principales objetivos de los países y de las organizaciones ambientales, que están tratando de disminuir el impacto de las acciones humanas en el planeta. Y estos sistemas pueden contribuir, a su manera, a este cometido.
Alternativas como los aires acondicionados demandan mucha electricidad, más teniendo en cuenta que, al menos durante el verano cuando hace mucho calor, suelen permanecer encendidos durante toda la noche. Y esta energía puede ser suministrada a partir de combustibles fósiles, que son los más contaminantes para el medioambiente.
En la situación actual, en la que la sostenibilidad detrás de las acciones es más importante que nunca, dispositivos como los suelos radiantes son de vital importancia. Su demanda de energía es mucho menor que la de otras alternativas. Esto se debe, también, a que están considerados como sistemas de alto rendimiento.
Otras ventajas del suelo radiante
Estos dispositivos funcionan tanto para temperaturas elevadas como para bajas. En este segundo caso, logran hacerlo a partir de un sistema en el que el agua tiende a circular alrededor de los 18 grados por un circuito debajo del piso. Lo hace a partir de la absorción del exceso de calor de una vivienda, logrando entregar una sensación fresca a sus habitantes.
Ligado a los beneficios mencionados anteriormente, este sistema puede reducir el consumo de energía entre un 10% y un 20%. Además, está considerado como el dispositivo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otra parte, es posible alimentarlos a través de energías renovables, en especial porque emplea la temperatura de impulsión de agua más baja. Es por eso que puede satisfacer su demanda a través de fuentes como la aerotermia o la geotermia (bomba de calor), o de la energía solar a partir de sistemas híbridos. Es por eso que muchas organizaciones ambientales recomiendan su uso antes que otras alternativas.
Finalmente, también puede mencionarse un aspecto totalmente distinto que está ligado al espacio de los hogares. Como se instala debajo de los pisos, no molesta a las personas y otorga lugar para colocar otros muebles y estantes, a diferencia de la calefacción o del aire acondicionado que se ubica en las paredes y pueden llegar a molestar el paso de las personas.