En la mayoría de los hogares, la electricidad que se utiliza proviene de combustibles fósiles, que son dañinos para el medioambiente. Para disminuir el daño, existen hábitos de ahorro de energía que contribuyen no solo a tener una menor factura, sino también a ser más eficientes en el consumo.
En este sentido, es importante remarcar que todas estas actividades que permiten el ahorro de energía no son cosa de un solo día, se necesita constancia durante un largo tiempo para contribuir con la problemática. Esto implica acostumbrarse a cambiar ciertas actitudes, algo que puede ser complicado, pero que tiene una recompensa.
Hábitos que ayudan al ahorro de energía
Utilizar la luz natural
En muchas ocasiones, la iluminación artificial no es necesaria. A determinadas horas del día, con los rayos solares es más que suficiente para que todos los objetos sean visibles. Si bien a la noche esto no es posible y varía a lo largo de las épocas del año, hay momentos en los que las condiciones climáticas permiten disminuir su uso.
Apagar las luces
El hábito anterior también incluye apagar las luces cuando no se está en el hogar. No tiene ningún sentido mantenerlas encendidas. Las variantes LED son útiles porque consumen mucho menos que los focos tradicionales.
Tapar las sartenes y las ollas al cocinar
Cuando se cocina, especialmente en la hornalla pero también en el horno, la mayor parte del calor se escapa porque no se están cubriendo los recipientes que se están utilizando. Esto, especialmente en verano cuando se encienden más los ventiladores y los aires acondicionados, provoca que aumente el consumo de energía. Es una alternativa sencilla que no requiere de más que una tapa.
Desconectar los aparatos que no uses
Muchas veces, pese a que no se encuentren en funcionamiento y estén totalmente cargados, las computadoras y los celulares se mantienen enchufados. Esta actividad, que es muy frecuente, es muy fácil de solucionar e implica muchos más dispositivos, como los teléfonos, los ordenadores, los dispositivos que forman parte de la cocina, entre tantos otros.
Existe una estrategia que posibilita el ahorro de energía aplicando este hábito que consiste en acordarse cada vez que se desconecta el celular, algo que se realiza diariamente, y aplicar lo mismo con otros aparatos.
Planchar la ropa en una sola instancia
Aunque no lo parezca, este objeto es de los que más energía consumen entre los que suelen haber en un hogar. Esto se debe a que, por su funcionamiento, requiere de altas temperaturas para actuar correctamente. Por este motivo, se recomienda planchar toda la ropa que se necesite en una única instancia y no hacerlo todos los días para la vestimenta del día. También es ideal comenzar por los tejidos que menos calor precisen.
