En los últimos años, impulsado principalmente por el INVAP, Argentina logró exportar tecnología nuclear a países como Australia, China y Egipto. Esto es importante para la industria porque son pocos los estados que tienen la capacidad de realizar esta producción. Por lo tanto, se abre una gran oportunidad de mercado.
Con el enfrentamiento armado entre Rusia y Ucrania, se demostró que los combustibles fósiles no son suficientes para las necesidades humanas, además de ser contaminantes. En este sentido, el sector nuclear de Argentina, junto a otras energías renovables, se halla en la posición de exportar las tecnologías que elaboran.
Motivos por los que Argentina está en una posición favorable
Este tipo de herramientas son muy codiciadas en el mundo por las principales potencias y tienen un alto valor agregado. Como son pocos los que pueden producirlas su precio se ha elevado, más aún teniendo en cuenta la transición climática que están impulsando desde los principales gobiernos.
Argentina lleva varias décadas de trayectoria en el sector nuclear y cuenta con una industria que fabrica la mayoría de los productos que necesita para construir las grandes maquinarias. Esto se suma a los tratados que tiene firmados junto a otros países para intercambiar tecnologías y mercados, lo que facilita el acceso.
Por otra parte, el INVAP, una empresa estatal de prestigio universal ubicada en Bariloche, construye y exporta satélites, radares y reactores. Entre sus clientes se encuentran China, Australia y Países Bajos (primera vez que se realiza una venta en este sector a un país de la Unión Europea), donde tienen su proyecto más reciente, que les permitió facturar 300 millones de dólares.
Además, Argentina tiene dos centrales muy importantes, Atucha y Atucha II, que permiten fabricar la tecnología. Esto también es importante porque se fabrican elementos combustibles nucleares que, además de alimentar las maquinarias nacionales, son exportables.
La explicación de los expertos
Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en diálogo con Ámbito, destacó la construcción del Reactor RA-10 en Ezeiza, que permitirá multiplicar la generación de radioisótopos, una de las tecnologías que más se exporta. Brasil sería uno de los países interesados.
Para la especialista el proyecto que más expectativas genera es el Carem, que consiste en la construcción de un reactor modular pequeño que es capaz de producir energía. “Habrá 70 proyectos en todo el mundo, y muy pocos tan avanzados como el argentino. Si podemos finalizarlo antes de 2028 vamos a contar con una ventaja competitiva enorme”, detalló.
Actualmente, se logró construir un poco más del 63% del reactor, mientras que la obra civil se completó en un 75%. La estimación de la presidenta es de lanzarlo en cinco años, lo que permitiría aumentar la exportación de tecnología nuclear a otros países.