Se menciona que es el método más eficiente al día de hoy, ya que no genera ningún tipo de emisión contaminante y tiene un rendimiento muy superior a las mejores baterías del mercado. Te contamos de qué se trata.
También llamada hidroeléctrica de bombeo, consiste en la construcción de dos embalses de agua ubicados a diferentes alturas, cuyo mecanismo es simple: desde la pileta superior se abre una válvula que deja caer el agua hacia el embalse inferior, a través de cañerías reforzadas que poseen un generador para aprovechar la fuerza de la caída y transformarla en energía. Luego, el mismo agua se vuelve a transportar hacia arriba con un método de bombeo.
Aplicación en las ERNC
Aunque la tecnología en sí dista de ser novedosa (existe desde hace casi un siglo), se volvió una gran solución para complementar la intermitencia de las energías renovables como la solar y eólica, al darle estabilidad a la red eléctrica. ¿Cómo lo hace? Cuando la demanda energética es menor a la generada, esta última es utilizada por la hidroeléctrica para el bombeo desde el embalse inferior hacia el superior. Y cuando la demanda es mayor, la central activa el mecanismo de caída para suplir esta necesidad. Por ello es que cada vez hay más proyectos para construir estas instalaciones cerca de plantas fotovoltaicas y parques eólicos.
Otras ventajas
Las centrales de bombeo aportan estabilidad y seguridad al sistema eléctrico. Además son más rentables que, por ejemplo, las represas, porque requieren de una inversión mucho menor. También son más sostenibles, porque no generar ningún tipo de emisión contaminante. Y como método de almacenamiento de energía sin duda es superior a cualquier tipo de batería que implica el uso de recursos naturales de extracción y el desarrollo de tecnologías más complejas.