La energía eólica es la energía obtenida del viento y uno de los recursos energéticos más antiguos explotados por el ser humano. En la actualidad, es considerada la energía más madura y eficiente de todas las energías renovables.
Esta consiste en convertir la energía que produce el movimiento de las palas de un aerogenerador, impulsadas por el viento en energía eléctrica.
Según el informe Global Wind Report de GWEC, los proyectos de energía eólica tienen el mayor potencial para la producción de hidrógeno verde por su competitividad económica y gran escalabilidad.
Si bien es cierto que cualquier fuente de energía renovable puede ser utilizada para la generación del hidrógeno verde, la energía eólica es la más recomendable – no solo por su base sustentable, sino por su escalabilidad.
En Argentina, hay alrededor de 900 aerogeneradores, que generan el 10% del total del consumo eléctrico del país. Es decir, el equivalente de abastecer a más de 2,7 millones de hogares. Los aerogeneradores están agrupados en 57 parques eólicos que se reparten en su mayoría en Chubut, Buenos Aires, Santa Cruz, La Rioja, Córdoba, Neuquén y Río Negro.
Existen dos tipos de energía eólica en función del lugar donde se instalan los aerogeneradores:
TIPOS DE ENERGÍA EÓLICA
1. Energía eólica terrestre
Se encarga de producir energía eléctrica a partir del aprovechamiento del viento que realizan los parques eólicos emplazados en tierra. Para ello, se instalan una serie de aerogeneradores capaces de transformar la energía cinética del viento en energía eléctrica apta para el consumo y de integrarla en la red de distribución.
2. Energía eólica marina
Es una fuente de energía que se obtiene al aprovechar la fuerza del viento que se produce en alta mar, donde este alcanza una velocidad mayor y más constante debido a la inexistencia de barreras. Para explotar al máximo este recurso, se desarrollan megaestructuras asentadas sobre el lecho marino y dotadas con las últimas innovaciones técnicas.
La energía eólica es una fuente de energía renovable, no contamina, es inagotable y reduce el uso de combustibles fósiles, origen de las emisiones de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Además, esta energía es una autóctona, disponible en la práctica para todo el mundo, lo que contribuye a reducir las importaciones energéticas, a crear riqueza y aumentar el empleo de forma local.