En la actualidad, la mayoría de las potencias mundiales están apostando por las energías renovables para acelerar la transición hacia las alternativas más ecológicas, abandonando los combustibles fósiles (en especial el petróleo y el gas) y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Con vistas a cumplir con lo pactado en el Acuerdo de París, muchos apostaron por iniciativas solares y eólicas.
De hecho, una de las fechas principales es la de la Agenda 2030, tiempo en el que los países, las compañías y los organismos deben demostrar sus avances en materia de combate contra el calentamiento global. Aquí es donde las energías renovables cumplen un rol preponderante y es el motivo por el que se convirtieron en fuentes esenciales para la generación de electricidad.
La importancia de las alternativas fotovoltaicas y eólicas en las energías renovables
Bajo este panorama, las dos fuentes más utilizadas para la producción de electricidad son el viento y el sol, ya que los parques eólicos y las centrales fotovoltaicas son las dos alternativas más populares en el mundo, más allá de que la biomasa o el hidrógeno verde hayan adquirido importancia en el último tiempo.
El informe anual que suele publicar la Agencia Internacional de Energías (AIE), una de las entidades climáticas más importantes de la actualidad, compartió una serie de datos que reflejan cuánto ha incrementado la participación de las alternativas solares y eólicas en las energías renovables, demostrando cómo se halla el mercado con vistas al 2030.
De hecho, el escrito compartido por la agencia menciona que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 28, que se llevó a cabo en diciembre del año pasado, los países que participaron del evento en los Emiratos Árabes se comprometieron a triplicar las capacidades instalada de las energías renovables en todo el planeta para la fecha fijada.
Y, de acuerdo a lo explicado por la AIE, se estima que la capacidad renovable de todo el planeta aumente 2,7 veces para el 2030, quedándose apenas por debajo del objetivo fijado pero incrementando las ambiciones de los países en un 25%. Esto, de todas maneras, no será suficiente para el combate que se planea realizar.
El papel de las energías solares y eólicas
Según mencionaron en el artículo “las turbinas eólicas están fomentando los mercados internos. Sin embargo, esto no es del todo suficiente para alcanzar el objetivo de triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial establecido por casi 200 países en la cumbre climática COP 28”. Esto refleja que hay un crecimiento importante que debe ser aún mayor.
Por el momento, teniendo en cuenta las estrategias de los gobiernos, se espera que incrementen 5,5 mil gigavatios (GW) la capacidad instalada de energías renovables a nivel global. Todo esto incluye solo a los proyectos terminados y en operación, no a los que se estarán construyendo y no se habrán finalizado para el 2030.
De cumplirse estas cifras, estaríamos frente a un aumento anual de la capacidad renovable de 940 GW desde el 2024 al 2030, lo que implica un 70% más que el nivel récord que se registró en el 2023. Si bien esto es positivo, ya se mencionó que no es suficiente. Pero esto demuestra la importancia que tienen las alternativas eólicas y solares en el crecimiento.
De hecho, estas dos energías renovables representan el 95% del incremento de todas estas capacidades hasta el final de la década. Y este porcentaje casi absoluto podría aumentar incluso más teniendo en cuenta que se trata de dos alternativas cada vez más viables económicamente, por lo que son atractivas tanto para los estados como para los privados.
Qué implica este crecimiento de las renovables
De acuerdo a lo expresado por la agencia, este ritmo de progreso en la expansión de las alternativas ecológicas podría significar que los países mejoren sus ambiciones en la fecha de vencimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que ocurrirá a finales de 2025: «Triplicar la capacidad renovable mundial para 2030 está a nuestro alcance, pero se necesitan mejoras en las políticas actuales».
Por otra parte, también destacaron el papel de China: «Está abordando importantes desafíos y se ven empresas que instalan sistemas solares fotovoltaicos distribuidos a un ritmo más rápido, mientras que en Europa y Estados Unidos los gobiernos reducen los permisos a largo plazo cronogramas y estimular la inversión en nueva capacidad de red y activos flexibles para desbloquear implementación adicional».
A su vez, mencionaron que este panorama con las energías renovables no es tan positivo en los países emergentes y en las economías en desarrollo, al menos en comparación con las potencias de Europa, Estados Unidos y, especialmente, China, que es líder mundial en generación solar y eólica por amplia diferencia.
Las principales razones de esta distinción es que las energías renovables suponen altos costos de financiamiento que no todos los países pueden soportar. En base a esto, en la COP 28 algunos estados se comprometieron a ayudar a las naciones menos favorecidas a contribuir en la lucha contra el cambio climático.
Cuál será la fuente renovable más importante del mundo en el 2030
Finalmente, en el informe también se detalló cuál será la alternativa que dominará las matrices energéticas de los países que impulsan esta transición que implica abandonar los combustibles fósiles por otras fuentes mucho más ecológicas y menos dañinas para el planeta.
Según lo detallado por la AIE, la energía solar fotovoltaica será la mayor fuente renovable, superando a la eólica y a la hidroeléctrica, que completarán el podio. Por el momento, esta posición no le pertenece, ya que el viento sigue siendo el recurso renovable más utilizado para la generación de electricidad, un fenómeno que también ocurre en Argentina y en la mayoría de los países de América Latina.