Durante los últimos días Cuba viene registrando varios problemas que reflejan su crisis energética. El martes de la semana pasada alcanzó su mayor índice de afectación por apagones en lo que va del 2024, con una tasa de déficit de casi un 52%. Además, durante el año ya tuvo dos desconexiones totales del sistema. Esto fue informado por la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
En este período de tiempo, un porcentaje similar a la mitad de los bombillos de todo Cuba estuvieron apagados durante el horario pico, que ocurre entre la tarde y la noche y es el momento en que la mayoría de las personas regresan a sus hogares e incrementan su demanda. Aunque no se trata de un problema de una sola jornada.
Las razones detrás de la crisis energética de Cuba
De acuerdo a lo expresado por el Ministerio de Energía y Minas (Mined), la tarde de ese martes se calculó una capacidad máxima de generación eléctrica de 1,5 mil megavatios (MW) para una demanda que sobrepasa los 3 mil MW. De esta manera, hay una diferencia entre oferta y demanda de 1.524 MW, lo que representa casi la mitad entre lo que se produce y lo que se necesita.
De hecho, durante tres días consecutivos, alrededor del 44% de Cuba sufrió de interrupciones eléctricas, lo que demuestra que se encuentran dentro de un contexto crítico. Las autoridades explicaron que el huracán Rafael, que pasó por la región occidental del país, es el culpable de que la situación haya empeorado de manera grave durante las últimas semanas.
De todas formas, no es el único responsable según los funcionarios. Los apagones frecuentes en su servicio se deben, según sus testimonios, a que las centrales termoeléctricas están obsoletas. La falta de inversión provoca que estén fuera de servicio mientras que la escasez de combustibles tampoco colabora a que la situación se estabilice.
El huracán Rafael empeoró el panorama de Cuba
Más allá de que el país de Centroamérica ya venía arrastrando problemas con la diferencia entre la oferta y la demanda del servicio de electricidad en varias regiones del país, los dos apagones totales que se provocaron durante el último mes no hicieron más que intensificar el estado. Desde finales de agosto que la situación es cada vez más preocupante.
El primero de los dos apagones se produjo como consecuencia de la escasez de combustible, además de una falla que derivó en una avería en la central termoeléctrica más importante de Cuba. Pero existe otro dato que genera alarma entre sus habitantes y es que la tasa de déficit se encuentra cercano al 50%, lo que deriva que casi 5 de cada 10 bombillas permanecieron apagadas en simultáneo.
Luego de lo ocurrido a finales de agosto, en La Habana comenzaron a programarse apagones diarios de al menos cinco horas, mientras que en Santiago de Cuba (la segunda ciudad más importante del país) apenas se garantizan cuatro horas de corriente al día. Esto fue agravándose cada vez más luego del fenómeno climático.
De hecho, el Huracán Rafael también provocó que incrementen las averías en varias de las centrales. De acuerdo a lo que informaron desde la Unión, de las 20 unidades de generación (que se distribuyen en las 7 plantas totales que hay en Cuba), 5 de ellas tienen algunos imperfectos, lo que representa el 25%. Cabe destacar que se están explotando desde hace 40 años.
Cuáles son los problemas que produce la crisis energética
Los apagones, hayan sido totales o no, generaron varios problemas para la vida diaria del país, ya que muchos aspectos de la cotidianidad dejaron de funcionar por completo o parcialmente. Este es el caso de los semáforos, que no indicaban a quién le correspondía el paso o de los cajeros automáticos que también dejan de estar a disposición.
Entre otros problemas, también figuran el cierre de las estaciones de servicios, el bloqueo de los sistemas de pago electrónicos en las tiendas (algo que impide usar los teléfonos para abonar), las cocinas eléctricas en las casas no pueden elaborar las comidas (o las obligó a utilizar leña) e incluso las bombas de aguas en las ciudades tienen que interrumpir su funcionamiento.
Como consecuencia de estos problemas, especialmente de que hubo regiones que no tuvieron Internet por varios días, se produjeron algunas manifestaciones. Y desde el gobierno calificaron esta crisis energética como una “emergencia nacional”.
Cuáles son las medidas de Cuba para disminuir el impacto de la situación
Producto de este panorama, desde el gobierno del país notificaron que se están aplicando diversas estrategias que tienen como máximo objetivo controlar el déficit de energía. Esto implica los cierres de centros de trabajo (en especial a través de la fomentación del trabajo remoto) y la activación de grupos de funcionarios en los municipios que controlen el consumo.
Pero además de esto, se planean realizar cambios en las tarifas eléctricas que abonan las pequeñas y las medianas empresas de Cuba (estas fueron autorizadas en el 2021). A su vez, desde la UNE informaron que también planean suspender todos los servicios que no sean vitales y que provoquen gastos de energía significativos.
Esto abarca tanto a las actividades culturales como a los centros de recreación, incluso las discotecas a las que asisten los jóvenes. Es una medida que, básicamente, incluye a todas las concentraciones en las que se agrupan una cantidad considerable de personas. En algunos momentos, algunas escuelas también permanecieron cerradas porque se encontraban dentro de esta categoría. La prioridad fueron los hospitales.
De todas maneras, noviembre es uno de los últimos meses con demandas altas, ya que luego el clima no exige tanto gasto de electricidad. Por el momento, no existe una solución inmediata que permita contrarrestar la crisis energética de Cuba y los apagones por varias horas del día continúan.
