En un evento organizado por Naciones Unidas, uno de sus funcionarios más importantes declaró que el cambio climático será uno de los factores que diezmará las economías de los países que integran el G20, lo que incluye a los estados más poderosos de todo el mundo. Además, explicó cuál cree que es la mejor estrategia para combatir este fenómeno que afecta a todo el planeta.
Una de las conclusiones más importantes del testimonio que realizó uno de los miembros de la ONU en un evento sobre el cambio climático es que los países no deben apostar a una postura de culparse unos a otros porque eso no combatirá el problema que perjudica a toda la humanidad. De hecho, lo consideró como una postura para nada estratégica.
Qué considera el integrante de Naciones Unidas sobre el cambio climático
Simon Stiell, dirigente granadino, participó de una reunión organizada por la Chatham House, una organización no gubernamental que es más conocida como Instituto Real de Asuntos Internacionales. El evento estuvo concentrado en intercambiar posturas y debatir acerca de cómo es la mejor forma de reducir el calentamiento global y trasladar sus índices a sus cifras de la época preindustrial.
«Dejar de lado el clima no es la solución a una crisis que diezmará todas las economías del G20 y que ya ha empezado a hacer daño», aseguró Stiell en una declaración que alertó acerca de las consecuencias para los estados más poderosos. Incluso, su discurso fue titulado como “Dos años para salvar el mundo”, por lo que su objetivo máximo fue conseguir apoyo para establecer un pacto internacional.
“Necesitamos un nuevo acuerdo sobre financiación de la lucha contra el cambio climático entre los países desarrollados y los países en desarrollo”, sostuvo como idea más importante en un testimonio que se prolongó por varios minutos y que también se refirió a otras estrategias que serán vitales para combatir este fenómeno.
Qué debería hacer el G20 según el dirigente de la ONU
Para el experto, la estrategia principal tendría que ser similar a unas acciones que ya se realizaron con antelación: «La potencia financiera que el G20 desplegó durante la crisis financiera mundial (en 2008) debería volver a desplegarse y dirigirse directamente a frenar las emisiones desbocadas y a aumentar la resiliencia ahora».
Cabe destacar que conseguir estos fondos que permitirían llevar a cabo una transición energética y que reducirían el calentamiento global forma parte de las negociaciones que realizan los países y las organizaciones en los eventos ambientales, como la COP 28. De hecho, se estima que será el apartado central del COP 29 que se realizará en noviembre en Bakú.
El G20 es responsable de la mayor parte de las emisiones de carbono
Según las estimaciones de Steill, todas las economías que integran este selecto grupo y que incluyen a Argentina, emiten el 80% del carbono que llega a la atmósfera, por lo que es vital que tomen medidas para reducir su contribución. Para él, el liderazgo “debe estar en el centro de la solución, como lo estuvo durante la gran crisis financiera».
De todas maneras, esto no se limita a estos 20 países, sino que incluye a todos en una propuesta que requiere reducir los gases de efecto invernadero porque hoy no son suficientes para que el calentamiento global se limite a 1,5 C°. Esto fue pactado por el Acuerdo de París en 2015, una reunión que contó con la participación de Sudamérica.
La importancia del G7
Más allá del G20, hay otro grupo que es más poderoso y del que participan las siete economías más importantes del mundo (Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Italia, Canadá, Francia, Alemania y la Unión Europea en un listado que no incluye ni a China ni a Rusia, pese a su poder) que, según Steill, deberá hacer un esfuerzo mayor.
Para el miembro de la ONU, estos deberán cumplir un “papel absolutamente crucial” porque son los países más industrializados del mundo y porque son los “principales accionistas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional”.
«Un avance serio en la financiación de la lucha contra el cambio climático es un requisito previo para que los países en desarrollo elaboren nuevos y audaces planes nacionales de lucha contra el cambio climático, sin los cuales todas las economías, incluidas las del G7, se verán pronto sumidas en graves y permanentes conflictos», aseguró el especialista.
Qué países integran el G20
También conocido como el grupo de los 20, esta organización es el principal foro de cooperación financiera internacional y está compuesta por las economías más importantes del mundo. Además la integran ocho organizaciones globales, entre ellas la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que fue la entidad que se refirió al problema ambiental.
Los países que forman parte del G20 son Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, República de Corea, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Además, la conforman la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial (BM) la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
Las propuestas de la ONU para combatir el cambio climático
Steill es el máximo referente de Naciones Unidas en cuestiones climáticas. Él es uno de los principales impulsores de todas las conferencias anuales que organiza la entidad para combatir el cambio climático. Estas reciben el nombre de COP y convocan a presidentes y funcionarios destacados de todos los países.
Luego de lo realizado en Dubai en 2023, este año la ONU convocará a los referentes mundiales en Bakú, la capital de Azerbaiyán para verificar si se cumplieron los compromisos asumidos en 2015 y para debatir acerca de los pasos que se deberán seguir para alcanzar la neutralidad cero en 2050.
