Brasil fue uno de los países con mayor presencia en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29), que se realizó en Bakú, Azerbaiyán, evento en el que se debatirá acerca de los gases de efecto invernadero para encontrar una solución conjunta para disminuir su impacto en el medioambiente.
Y Brasil tiene uno de los objetivos más ambiciosos de todo el planeta con respecto a los gases de efecto invernadero. Esto es porque se propuso reducir de manera drástica sus emisiones, algo que forma parte de un plan integral en la que se priorizan medidas ecológicas como la impulsión de las energías renovables o de la electromovilidad.
Cuál es la propuesta de Brasil con los gases de efecto invernadero
Antes de que se realice la COP 29, Brasil anunció cuál es su nuevo compromiso para contribuir en la lucha contra el cambio climático. De hecho, según explicaron desde el gobierno del país, su finalidad es continuar avanzando hacia la neutralidad de carbono para el 2050, una fecha que fue fijada en el Acuerdo de París, celebrado en el 2015.
Cabe destacar que en este acuerdo, muchos países, entre ellos Argentina, se comprometieron a disminuir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El objetivo detrás de esta medida es que se detenga el incremento de la temperatura media global y que no supere los 2 °C. La finalidad máxima es que descienda a 1,5 °C, como en los índices preindustriales.
En este sentido, Brasil planea reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero del 59% al 67% para el 2035. Anteriormente, se había fijado como objetivo disminuirlo en un 53% para el 2030, por lo que el porcentaje es considerablemente mayor en un plazo de cinco años. La sustitución de los combustibles fósiles en su matriz será importantísima para lograr este cometido.
Este dato no es menor porque la próxima conferencia, la COP 30, se realizará en Belém, estado de Amazonas (que es una de las áreas que más se pretende proteger desde las políticas ambientales porque tiene una gran importancia para la humanidad y no solo en Brasil). De esta manera, Brasil pretende demostrar con el ejemplo su política sobre los gases de efecto invernadero.
Acerca de lo que ocurrirá en ese evento, Brasil tiene planeado presentar al resto de los países del mundo Amazonia Azul, que es una zona marítima de la costa del país que tiene alrededor de 5,7 millones de kilómetros cuadrados. Esto no solo permite expandir su territorio sino también que es una zona rica en recursos naturales de la que se extraen muchos minerales.
Además, entre otras medidas que Brasil podría lanzar en los próximos meses para seguir contribuyendo a disminuir su emisión de gases de efecto invernadero, se destaca la creación de una Autoridad Climática, una promesa gubernamental que todavía no fue presentada y que se encargaría de prevenir catástrofes, como las ocurridas durante las inundaciones este año.